Aquellos componentes que se ven sometidos a un esfuerzo continuo y duradero se deforman plásticamente. Este comportamiento de los materiales se denomina fluencia. El ensayo de fluencia es un ensayo destructivo de materiales que permite determinar el comportamiento del material (proceso de fluencia) con una temperatura de ensayo constante (a temperatura de local, así como por debajo de la temperatura de local) y tras la aplicación prolongada de una carga constante.
El equipo de ensayo WP 600 permite analizar fenómenos típicos tales como las diferentes fases de la velocidad de fluencia o el comportamiento de fluencia en función de la temperatura. Su estructura es clara y su manejo sencillo, lo que permite observar todos los detalles y fases del procedimiento técnico del ensayo. Para poder alcanzar velocidades de fluencia aceptables a temperatura de local, se emplean probetas de plomo y plástico.
Con ayuda de una caja de atemperado transparente con elementos termoacumuladores, también se pueden ejecutar ensayos por encima o por debajo de la temperatura de local.
Durante el ensayo, la probeta se somete a una carga de tracción constante a una determinada temperatura constante. La carga de tracción se genera a través de una palanca y de pesos graduados. Para evitar fuerzas de flexión en la probeta, los portaprobetas están equipados con cojinetes de apoyo de cuchilla. Un tope ajustable protege el reloj de comparación al romperse la probeta y evita que las cargas impacten contra el equipo de ensayo. La elongación de la probeta a lo largo del tiempo se registra con ayuda de un reloj de comparación y un cronómetro, y se representa en una curva de la elongación en función del tiempo.