El aislamiento térmico en la planificación de edificios es aquel segmento de la física de construcción que permite disfrutar de un clima ambiental agradable durante todo el año gracias a medidas adecuadas, p. ej., diseño y construcción de componentes, y, al mismo tiempo, consumir poca energía. Esto se logra mediante el uso de materiales de construcción con una alta resistencia térmica y una transmisión reducida de radiación térmica.
Con WL 376 se pueden analizar diferentes materiales de construcción no metálicos en cuanto a su conductividad térmica según la norma DIN 52612. En el volumen de suministro están incluidas muestras de diferentes materiales: placas termoaislantes de Armaflex, cartón gris, PMMA, poliestireno expandido, PS, POM, corcho y yeso. Todas las muestras tienen las mismas dimensiones y se insertan entre una placa calentada y una placa refrigerada por agua. Un dispositivo de fijación garantiza una presión de contacto y un contacto térmico reproducible.
La placa caliente se calienta con una manta térmica eléctrica. En la placa fría, la temperatura se obtiene a través de una refrigeración por agua. Unos sensores miden las temperaturas en la entrada y salida del agua de refrigeración, así como en el centro de cada placa.
Con ayuda del software suministrado se ajustan las temperaturas para la placa caliente por encima de la muestra y para la placa fría por debajo de la muestra. Una regulación de temperatura se encarga de que las temperaturas sean constantes.
El flujo térmico, que fluye entre la placa caliente y la placa fría atravesando la muestra, se mide con un sensor especial de densidad del flujo térmico. Toda la carcasa inclusive cubierta está termoaislada para garantizar unas condiciones ambientales constantes.
Los valores medidos se pueden almacenar y procesar con ayuda del software para la adquisición de datos adjuntado. La transferencia al PC se realiza a través de una interfaz USB.